Técnicas para enfocar tu fotografía

En esta nueva entrega, te traemos  un conjunto de técnicas para lograr un excelente enfoque en tus fotografías. Pero, exactamente  ¿a qué le llamamos enfoque? ¿Cómo logramos enfocar?

Pues, enfocar no es más que hacer que el área de la escena que nos interesa logre salir nítida en la foto.

Cuando enfocamos, hacemos que todos los elementos de la escena que se encuentren a igual distancia que el área que queremos capturar, logre salir nítido. Si nos vamos a un argot fotográfico y mucho más técnico, podemos decir que cuando enfocamos, logramos que la luz reflejada por un objeto, coincida con el sensor de nuestra cámara.

Ya sabes, lo que haces cuando enfocas, es ajustar una distancia, es decir, la profundidad de campo. Puedes hacer un enfoque de 5 metro y te saldrá enfocado casi al infinito. También puedes hacer un enfoque 2 metros y lograr que toda la escena resulte nítida. Como también puedes hacer un enfoque de sólo 30cm. Todo depende de lo que necesites.

Probablemente, ya sepas que al ajustar la apertura de diafragma, también sufre un cambio la distancia de enfoque. Esta distancia también se modifica cuando ajustas la distancia focal. Bueno, ya todos sabemos que una apertura de f/2.8 presenta una mor profundidad de campo que un diafragma f/11.

Pero mejor veamos algunas técnicas para lograr enfocar de forma correcta.

Los puntos de enfoque son tu mejor aliado

¿Ves los puntos que se encuentran en visor de tu cámara? Esos puntos que se encienden de color verde o rojo cuando estamos enfocando. Pues esos son los puntos de enfoque. Son predefinidos, y la cámara emitirá un pito confirmando el enfoque.

Recuerda que siempre debes leer y tener a la mano el manual con instrucciones de tu equipo fotográfico. Verás que puedes seleccionar los puntos de enfoque, utilizando los mandos de tu equipo. Con esto logras, sin necesidad de reencuadrar, el enfoque de elementos en los bordes.

Busca el sitio ideal para enfocar

Suena como repetitivo, pero no es sólo posicionar la cámara, dejar el enfoque automático y ¡ya! ¡Logramos la fotografía!. Antes de presionar el disparador, debes haber analizado el sitio correcto del enfoque.

Como ves, cuando colocamos el enfoque automático, tu cámara lo que hará es que automáticamente se dejará guiar por el contraste. Es decir, de forma automática, la cámara seleccionará el área con un mayor contraste y enfocará de forma rápida y precisa. A contraposición, en las áreas que detecte un bajo contraste, el enfoque de la cámara se mostrará muy lento o no enfocará en lo absoluto.

Cuídate de los modos automáticos

Como ya sabes, si disparas en algún modo automático o semiautomáticos, tu cámara elegirá la apertura del diafragma o la velocidad de obturación y puede ser que no sea la correcta.

Por ejemplo, un diafragma muy cerrado, no posee la profundidad de campo que puede tener un diafragma abierto. Por lo que la cámara pudiera seleccionar un diafragma que no es el que necesitas para la escena que tienes frente a ti. Como consecuencia perder foco en áreas importantes de la fotografía. Otro ejemplo, lo tenemos cuando la cámara no configure la velocidad de obturación que necesitemos, y la foto salga trepidada.

Asegura tu enfoque

Muchas veces, queremos fotografiar determinada escena y cuando vemos el resultado, no es lo que deseamos. Por ejemplo, fotos de tu mascota, pero el enfoque está en sus patas. La fotografía de un grupo, pero la mayoría de sus rostros están desenfocaos. O capturamos un retrato y cuando vemos el resultado, el foco esta en la nariz.

Estas son situaciones que a la mayoría nos suena familiar. Por eso en muchas ocasiones te recomendamos no utilizar el enfoque automático, y  en cambio elijas con tranquilidad y de modo manual el  enfoque necesario para escena o tipo de fotografía.

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